Four Tips for Good Lighting

Un entorno bien iluminado nos hace sentir seguros y nos permite trabajar con más facilidad. En un entorno bien iluminado podemos concentrarnos en las cosas que queremos hacer en lugar de que nos molesten la iluminación incómoda, los reflejos y la reproducción borrosa de los colores. Per-Arne Torstensson, ingeniero óptico de TYRI, nos da algunos consejos sobre los factores que producen una buena iluminación.

Asegúrese de que la luz tiene:

  1. Iluminación uniforme.

    El ojo se siente atraído por las zonas brillantes y, cuando la luz es desigual, la mirada y el enfoque se dirigen constantemente a la zona más brillante. Queremos evitar los denominados puntos calientes y, en su lugar, tener una iluminación uniforme.

  2. Riesgo mínimo de deslumbramiento.

    Tanto por motivos de seguridad como para reducir las molestias, conviene minimizar el riesgo de deslumbramiento para quienes trabajan en el área de distribución de la luz. No importa lo eficaz que sea una luz si está mal orientada y produce deslumbramiento. Esto anula el verdadero objetivo de la iluminación, que es facilitar la visibilidad.

  3. Una temperatura de color adecuada.

    Busca una temperatura de color que resulte agradable a la vista. Cada temperatura de color se adapta a un entorno distinto. La luz cálida, por ejemplo, funciona bien cuando una zona está cubierta de nieve, que refleja una luz azul fría. La luz más fría puede funcionar bien para trabajar en suelos oscuros. En general, la luz más fría produce más molestias por deslumbramiento que la luz cálida. La luz azul fría también tiene mayor dispersión y refleja muchas más partículas pequeñas en comparación con una fuente de luz cálida. Por ejemplo, en un entorno alrededor de una cosechadora donde muchas partículas pequeñas vuelan por el aire, hay mucho para que la luz refleje, lo que significa que la luz fría probablemente no sea la mejor opción.

  4. Buena reproducción cromática.

    El índice de reproducción cromática (IRC) puede utilizarse para medir la calidad de reproducción de los colores por parte de las fuentes de luz. Si un color del espectro luminoso está ausente, ciertos matices de color no se reproducirán. La luz solar tiene una reproducción cromática óptima con un 100% en el CRI. Cuanto mayor sea el CRI de tu iluminación, más emulará a la luz solar. Puesto que nuestros ojos están adaptados a la luz solar, queremos emular la luz solar en la mayor medida posible. Esto puede ser especialmente importante en la industria alimentaria o en la recolección, donde la reproducción cromática desempeña un papel vital para indicar la madurez o el estado de los alimentos.